jueves, 18 de marzo de 2010

Tio Nacho Laanticaspa

Varios visitantes recurrentes de este blog me han preguntado sobre el origen de su nombre. Y hasta este momento no había dado aun respuesta satisfactoria, en parte, siendo sincero, nadie ha preguntado, pero he notado las miradas de curiosidad a los que les informo sobre la existencia de este blog y también porque se trata de un historia larga y como este día no fui a trabajar tengo tiempo de sobra para escribir esa historia.
Esta historia se remonta al inicio de mi adolescencia, cuando entre a estudiar en la secundaria federal numero uno de la ciudad de coatzacoalcos. Fue en esa época que sin saberlo , comencé a jugar con la caspa que caía de mi cabeza, la juntaba en montoncitos sobre una hoja de cuaderno y hacia dibujitos con ella, esto la hacia para hacer un poco mas pasaderas las tediosas y pesadas clases de historia universal.
Como había dicho no estaba enterado que ese polvo blanco era caspa, mas bien tenia la idea que se trataba de arena que provenía de la playa que esta a pocos kilómetros de la escuela. Por mucho tiempo sentí mucha culpa de no ser capaz de mejorar mi higiene craneal, pero al final como a nadie parecía molestarle que yo cagara medio kilo de arena marina en mi cabeza logre acostumbrarme a esta condición.
Tengo la sospecha que la caspa viaja conmigo desde de infancia, solo que en aquella época dorada es imposible aburrirse y por eso no tuve la necesidad de jugar con ese polvo en el cuaderno de la escuela. En la primaria siempre hay algo que hacer, y no me refiero a las clases si no de los interminables distractores que hay en un salón de clases.
Después del desayuno mi madre nos mandaba a la parada de camión medio dormidos, ya estando ahí, mi amigo el efra, que siempre se levantaba temprano y que parecía haber nacido con dotación de energía extra se encargaba de despertarnos a punta de gritos en el oído o a patín limpio con zapatos de charol, si no lograba despertarnos en la parada de camión, ya sobre este era fácil encontrar un rincón donde terminar los sueños interrumpidos por la hermosa voz de mi madre, y haciendo uso de la fantástica capacidad de un niño para dormir en un auto en movimiento, te dormías profundamente hasta llegar a la escuela, ya con ese coyotito extra terminabas de despertar y entrabas a la escuela con mucha energía. Era de total importancia apurarse a llegar al salón para apañar las mejores sillas, ya que muchas de ellas estaban rotas y sentarse en ellas era hacerle al equilibrista durante toda la mañana para no terminar en el suelo. Ya cómodamente sentado, en mi caso perdía medio hora en la búsqueda de un lápiz con cual escribir lo que dictaba la maestra, nunca he sido capaz de no perder los lapices y como en la primaria siempre tuve compañeros muy hojaldras, al final tenia que arrebatar prestado un lápiz. Fue en el primer año que aprendí a usar mi dedo índice como borrador y ya nunca me preocupe por pedir uno prestado. Cuando la explicaciones de la maestra no daban para mas, solíamos entretenernos molestando a la compañera de al lado, como aun no nos atraían demasiado las molestábamos por pura maldad y diversión, ya cuando se ponían muy chillonas, las ignorábamos y jugábamos a los espadazos con las reglas de 30 cm o hacías un avión de papel o gritabas sin ningún sentido, pero nunca faltaba en que entretenerse, con esto llegabas hasta el recreo, ya en el patio la libertad creativa se desbocaba y no se detenía hasta que sonaba la campana que indicaba el final del recreo. En coatzacoalcos el agua de la llave no es potable, así que era necesario llevar de casa tu propia agua, mi madre me ponía en el lunch un a cantimplora con agua, solo que en un mes ya lo había perdido y como castigo me mandaban a la escuela sin lunch y sin agua. Después de recreo la sed aprecia y es en este punto cuando se vuelve a demostrar que mis compañeros eran unos hojaldras, siempre me negaban el agua y lo peor me insultaban tratando de convencerme que no me daban agua no por hojaldras, sino por que el agua tenia medicina que el doctor les había recetado, ! por dios ! si soy un distraído irresponsable que pierde su cantimplora frecuentemente no un idiota (si no me creen vean mis boletas de la primaria). Este pleito del agua me duraba hasta la salida. Así que como ven nunca me aburrí en la primaria, así que no me percate de la caspa hasta la secundaria.
En la secundaria la pase bien pero con muchos lapsos de aburrimiento, ya no molestábamos a las mujeres por que su cuerpo fue tomando formas tentadoras, y no parecía buena idea hacerse enemigo de ellas, mis compañero no eran hojaldras como los de la primaria y siempre había alguien dispuesto a prestarte una pluma y a convidarte de su agua. Así que era inevitable aburrirse de ves en cuando y jugar con mi caspa. En el tercer año de secundaria, una peluquera me aclaro que se trataba de caspa y no de arena marina, compre un head and sholders y problema resuelta. Ya no tenia con que entretenerme pero mi cabello lucia mejor que nunca.
Fue hasta que me mude a chihuahua, donde el clima seco hizo retornar la caspa de forma maximizada y tuve que comprar shampus mas especializados en este problema, pero resultaron muy caros como para el presupuesto de un estudiante, así que me anduve un rato con el medio kilo de arena marina en la cabeza por todos los pasillos del tec, hasta que por fin aprecio el shampu Tio Nacho Anticaspa, que en aquella época era muy barato y rendidor en presentación en botella chafa. Ahora esta marca fue comida por la comercialización y su precio esta por las nubes, pero esa es otra historia.

De este shampu salio mi nick del msn y fue el inspirador del nombre de este blog

Laanticaspa

El andre y su compadre Pancho

El andre y su compadre Pancho
Caluroso día de verano de 1914, poco antes de la toma de Zacatecas