lunes, 13 de diciembre de 2021

desperté sumergido en la oscuridad de la madrugada,

en  esa horas no hay nada que hacer, solo esperar.

así que espere por un largo rato, mirando por la ventana, 

a que algo sucediera.

pero afuera solo hay oscuridad y silencio

como si el tiempo y sus criaturas estuvieran estáticas.

entonces se asomaron por el horizonte los primeros rayos de luz

que fueron desplazando a  la oscuridad con lentitud hipnotizante.

era la llegada del amanecer y con él llego también tu recuerdo 

y pude sonreír.

domingo, 23 de agosto de 2020

Nevado, en algun momento del 2015

Últimamente no traigo humor de escribir, el trabajo las actividades cotidianas, la visita de mis sobrinas y sus gritos, abrazo y besos acosándome por todos lados.
Te voy a contar del viaje al nevado de toluca, generalmente cuando me siento a escribir es por que ya tengo en mente lo que quiero escribir, mis ideas están estructuradas y he repasado varia veces las palabra que voy a utilizar, este no es el caso vas a ser testigo de mi capacidad de improvisación...

A finales del año vi una foto del cráter del nevado del toluca, me llamo la atención el paisaje que ofrecía la foto, dos lagos en la cima de un volcán extinto. En mi imaginación no había cabida para un lago a esa altura, no es que hubiera reflexionado sobre esa posibilidad en el pasado pero si alguien me hubiera dicho que existían lagos arriba de 4000 metros de altura mi reacción inmediata hubiera sido la negación. Cuando visite el camino Inca hace 3 años me tope con la primera prueba de mi error jamas pensado, al lado del camino, después de haber cruzado la “puerta del Sol”, a aproximadamente 4000 metros de altura una pequeña laguna de aguas cristalinas, de escasos 20 metros de diámetro, abría las fronteras de mi imaginación. Me detuve un largo rato contemplado el reflejo del cielo que se proyectaba sobre la superficie de la laguna, cuando la imaginación es golpeada de tal manera es prudente tomarse un tiempo para asimilar los efectos de semejante sacudida.
Al siguiente años visite el “lago de los Tres” en Argentina. Dos hermoso lagos a mas de 3000 metros de altura que se encuentran en las serenas faldas del macizo “Fitz Roy”. Cuando yo fui uno de ellos estaba congelado y el otro presumía sus tonos turquesas. La nitidez del espacio en ese lugar era sorprendente, una escena dominada por el cielo, la nieva, las inmensas rocas y dos lagos rompiendo  de nuevo las posibilidades de mi imaginación.
Las retinas se llenan de tanta belleza que es difícil abandonar esos lugares, entonces al ver en las fotos esos dos lagos del nevado de toluca una ansiedad por visitar ese lugar se apodero de mi. Así que organice el viaje, invite a los compas y el único que respondió fue Chitika.
Es extraño viajar acompañado, no estoy acostumbrado a la compañía permanente en mis viajes, creo que ya me acostumbre a mis soledades. Pero fue bueno llevar compañía.
Llegamos el viernes por la mañana al DF, nos hospedamos en un Hostal justo atrás de catedral, lo primero que veíamos en la mañana al salir era el punto central de donde surgen los cuatro rumbos de nuestra querida nación, el zócalo capitalino. Como teníamos que aprovechar el tiempo a las 3 de la tarde tomamos un tour para visitar Teotihuacán, era viernes inicio de puente y quincena, y  la ciudad lo sabia; tardamos dos horas en salir de la mancha urbana. por suerte nos acompañaba en el tour una pareja de costarricenses (Ticos) muy simpáticos, Daniela y Juan Gabriel (sin ninguna relación con el cantante). Estaba de luna de miel en México eran sus últimos días de viajes; en el camino nos contaron todas sus aventuras en los cabos, sobre las ballenas,los leones marinos, nos hablaron de un mar transparente con playas de arenas color ocre, nos contaron sobre la impresión que les causo la ciudad de México, sobre la vida en su país, y nos aclararon que entre los ticos es común pronunciar la ere como gabacho mal adiestrado en el español y que en definitiva no estaban afectados del cerebros. Los definiría como gente alegre dispuestas al asombro.

Los extraños que nos topamos en las jornada son los que aderezan el viaje, como Philp un suizo-peruano que fue nuestro compañero de cuarto, o Zaira la chica de Encenada que estudia comunicación en Puebla que junto con muchos otros abarrotaron el hostal para asistir al “Latinfest”, o la señora chiapaneca que nos amenizo el desayuno con las historia de sus viajes por el mundo y su buen humor, o como la otra señora que se atrevió a subir un cerro del tepozteco  con tacones y bolsa en mano, o como Peter Parker, un niño de 3 años que no dejaba que su madre le ayudara a trepar el mismo las escarpadas rocas, o los chicos que se perdieron el camino con nosotros, la otra señora de Ecenada que no supo como usar las manos para evitar que su rostro golpeara el piso cuando tropezó, o  Daniel el argentino que accedio a llevarnos al nevado de toluca en su camioneta, amante de describir cada detalle del camino cual cronista deportivo, o Mariana la amiga de Alfredo a la que no conocía y que nos confió sus dramas amorosos, o la señora en Tepoztlan que nos regalo unas gorditas y nos convirtió en su suerte de la tarde. Todos ellos nos regalaron un poco de su tiempo y nos hizo la vida mas rica.

Al visitar aTeotihuacán me pareció corta, subimos la pirámide del sol, una sesión de fotos obligada en la cima de la pirámide, un vistazo rápido y a lo lejos a la pirámide de la luna y platica breve sobre el templo de los jaguares y listo. Me hubiera gustado permanecer mas tiempo en la zona y mirar con mas detalles las ruinas, pero estuvo bien, el guía era bastante conocedor del tema Teotihuacano y en general estuvo bien. Visitamos una cooperativa de artesanos donde nos explicaron todo lo que se puede hacer con el agave, y al final una visita rápida a al basílica de Guadalupe. Nos despedimos de  Daniela y Juan Gabriel y nos fuimos a comer un pozole, que no se compara con el que prepara el papa de Alfredo pero nos regreso las energías.
 
El sábado nos levantamos temprano para ir al punto de reunión (el teatro insurgentes) donde nos veríamos con Mariana y Daniel quienes nos acompañarían al nevado de toluca.
Mariana amiga de Alfredo desde la escuela, una chica inteligente y practica, me parecio, pequeña y delgada pero fuerte por su manera de caminar, cabello ondulado y ojos grandes con mirada sincera, muy simpatica; Daniel es el amigo argentino de Mariana y dueño de la camioneta que nos llevo al nevado, argentino como aguerado ya entrado en años, buen conductor, amante de narrar cada detalle del camino; el bache que casi no ve pero que logro esquivar, la señal que parece tiene una falta de ortografía, lo bien asfaltado que esta la autopista, la fealdad de la ciudad de Toluca, nada escapo a su mirada vigilante.
Llegamos a Toluca en menos de una hora y media, la ciudad nos recibió con lluvia y un horizonte cubierto por enormes nubes de tormenta, todos decidimos ignorar esas advertencia y continuar con la expedición. Cruzamos la ciudad  y conforme nos acercamos al volcán la lluvia se fue transformando en un granizo muy pequeño que confundimos por un momento con nieve, el paisaje era maravilloso los pinos del bosque teñidos de blanco por la nevada de la madrugada, rodeaban un campo agrícola totalmente cubierto de granizo, mientras al fondo una niebla ligera ocultaba la parecencia del volcán, toda la escena parecía tener luz propia, esta imagen se repitió por varios kilometros.
Tuvimos problemas para llegar al albergue de donde iniciaríamos  a subir el Nevado, un tramo de la carretera se había congelado y tres autos atascados en una curva obstaculizaban el camino, tuvimos que ayudar a mover estos autos y liberar la carretera, controlando el transito de los autos. Cuando llegamos al albergue el mal clima continuaba, pero como el mal clima no quita el hambre, decidimos comer  unas quesadillas de queso acompañadas con un cafecito para entrar en calor, antes de iniciar el acenso.
La caminata cuesta arriba fue muy agradable, quitando el viento que por rachas proyectaba los pequeños granizos contra nuestros rostros, y a pesar de la neblina que no nos permitía ver mas allá de treita metros, la vista era bastante hermosa , llego un punto en el cual el clima empeoro, viento fuerte y nieve. Varios excursionistas decidieron, regresar y con forme se cruzaban con nosotros nos sugerían que hiciéramos los mismo, nos costo tomar la decisión de abandonar el intento de llegar al cráter hasta que un grupo, ataviados con equipo y vestimenta de lata montaña, cosa que nos pareció una exageración si lo comparamos con los tenis, los suéteres de lana y el morralito de yute donde guardábamos nuestras provisiones; ellos nos advirtieron  que mas arriba era imposible caminar pues  la nieve llegaba hasta las rodillas, entonces fue cuando decidimos desistir.

Yo calculo que nos quedamos a tres horas mas de caminata, pero fue imposible continuar. Me quedo un sensación de derrota, ojala pronto pueda volver 

viernes, 27 de abril de 2018

Rarus


raro, ra.
(Del lat. rarus).
1. adj. Que se comporta de un modo inhabitual.
2. adj. Extraordinario, poco común o frecuente.
3. adj. Insigne, sobresaliente o excelente en su línea.
4. adj. Escaso en su clase o especie.
5. adj. Extravagante de genio o de comportamiento y propenso a singularizarse.
6. adj. Dicho principalmente de un gas enrarecido: Que tiene poca densidad y consistencia.

Inicio citando la definición de la palabra raro, ra. que da la real academia española en su  página de internet  (http://www.rae.es/rae.html),  como parte del alegato en mi defensa ante una situación que si no aclaro a tiempo se puede complicar, hasta llegar a un desastre de proporciones inimaginables; el odio de una mujer.

Mi error fue usar el adjetivo rara para hacerle un cumplido a una amiga, y claro ella no entendió el sentido de mi comentario y me miro con un gesto de desaprobación y ahora estoy haciendo un intento de aclara todo; el nombre de mi amiga lo omito para evitar complicaciones y resentimientos.

El adjetivo rara es una palabra muy poco entendida,  se suele relacionar con lo feo y desagradable pero como se puede comprobar en las definiciones, en ninguna de ellas se insulta a nadie, quizás excepto en la acepción química; aunque deberíamos preguntarle a un gas si llamarlos con poca densidad y consistencia sea para ellos  un insulto, pero como los gases no tienen sentimiento y si los tuviesen, la verdad no me importa si con esto lloran; con esto quiero decir que no existe una razón fundada para relacionar la palabra con algún aspecto negativo, es más me atrevo a decir, y las siguientes  líneas doy mis razones, que la palaba raro, ra  es una palabra bastante bella.

Pero analicemos cada uno de los primeros cinco casos:

1. adj. Que se comporta de un modo inhabitual.
 Esta primera acepción es la que menos ayuda a mi defensa, ya que se le puede dar mal sentido, como cuando alguien presenta comportamiento poco social que afecta la vida de quien lo rodea, pero si lo hacemos una reflexión histórica, las personas con comportamiento inhabitual en el pasado, son las que han revolucionado aspectos de la humanidad, como la cultura, la ciencia y las relaciones sociales, que son por ahora los pilares que sostienen  a nuestra civilización.

2. adj. Extraordinario, poco común o frecuente.
De inicio esta acepción me ayuda en  mucho. ¿Quién no desea ser reconocido como  extraordinario? Ser alguien que destaque sobre los demás por su poca frecuencia y su originalidad.

3. adj. Insigne, sobresaliente o excelente en su línea.
Insigne es igual a celebre, personas sobresalientes en lo que hacen y son, alguien que acerca a la perfección en su ciencia o actividad. ¿Acaso rara no es una hermosa palabra?

4. adj. Escaso en su clase o especie.
Las grandes cosas las verdaderamente maravillosas suelen ser escasas y las llamamos milagros.

5. adj. Extravagante de genio o de comportamiento y propenso a singularizarse.
No miren con malos ojos la palabra genio, como pueden ver arriba genio tiene el mismo significado que comportamiento (por ejemplo,  Ana  es de un genio apacible) esta definición nos dice que la gente rara no puede ocultar entre la masas su destino es la notoriedad, como una estrella fugaz  que irrumpe la oscuridad de la noche para hacernos suspirar y soñar con cosas ocultas, iluminado los corazones de quienes solo podemos ser testifo del maravilloso espectáculo que lo raro nos da.

Espero que mi amiga ahora comprenda mi intensión y logre perdonar la ofensa que nuca existió.

martes, 13 de marzo de 2018

Te moriste Eli
Aun recuerdo a la güera gritando tu nombre
en los pasillos del edificio.
y tu te escondías en los rincones
como si huyeras  ellas
siempre huyendo de ella
y mira ahora, al final donde acabaste
por fin los brazos de tu madre te alcanzaron
ya ves que bien estas ahí ahora

Eli

 Te moriste Eli, y ahora la distancia y el tiempo que no separo parece insalvable pero quedan los recuerdos de la infancia profunda: días soleados, pasto, risas, el cigarro de tu madre, tu pelo rizado, tu mirada perdida y tu presencia amarilla. Eso queda, ya no estas.

 Todos tenían que ver contigo, fuiste parte de la vida de todos; era lo mejor que hacías, estar en todos lados. Metiche de naturaleza y platicador como nadie, parecía que odiabas la quietud y el silencio, y que estas empeñado en compartir tu ruido con todos. Y estos día, de  tristeza, ocupo el silencio para pensar en tu ruido.

 Me hubiera gustado que conocieras  a mis sobrinos, de seguro te llamarían tío y jugarías con ellos al fútbol y tu serias con el portero y vestirías la casaca fluorescente del Jorge Campos o la amarilla del América

Como te queremos pinche güero..


domingo, 10 de diciembre de 2017

        Me gusta caminar bajo la lluvia, pero esa lluvia que no moja y que no hace ruido, de esa lluvia que cae como fantasma sobre las calles abandonada en las horas de soledad apática.

        Me gusta caminar sin desvíos por las  banquetas, ignorar los charcos, arrastrar las pisadas, que se mojen mis botas que el frío húmedo haga una pausa en mis pies y que espere hasta el final de mi marcha. 


  Las calles son mías.

domingo, 21 de junio de 2015

La belleza de la lectura.



La lectura tiene un efecto curioso, al principio el acercamiento a lectura es por razones de entrenamiento o curiosidad, leemos una revista de viajes para pasar el rato en una sala de espera, o el niño que lee la historia del mago que enfrenta el mal con sus compañero de escuela, porque le dijeron que era un libro muy divertido.
 Entonces cautivados por ese primer encuentro buscamos otras historias igual de fantásticas, y sin darnos cuenta ya hemos tenido referencias de lugares lejanos, de profesiones extrañas, de costumbres raras que se practicaban en el pasado; y la curiosidad nos lleva a buscar información de todo eso que hemos leído, queremos saber si es cierto que existe ese lugar, si alguna vez recorrió el mundo aquel fantástico personaje del que se habla en aquel libro.
Y entonces estamos leyendo ya no por diversión solamente sino por la búsqueda del conocimiento, y  ya no somos capaces de decir con seguridad si leemos por el solo gusto de leer o si leemos por el gusto de adquirir conocimientos.

El andre y su compadre Pancho

El andre y su compadre Pancho
Caluroso día de verano de 1914, poco antes de la toma de Zacatecas