martes, 21 de agosto de 2012

El árbol y la piedra



            Una tarde, sentada  sobre una piedra bajo la sombra de un gran árbol, marcela absorta observaba el horizonte, ese horizonte que parece llamar a los solitarios con promesas nuevas. Un borrego curioso, aprovechando el descuido del pastor, se acerco a ella y estirando su cuello lanoso susurro a su oído algo que marcela no entendio, pues ella jamás había hablado con un borrego. ¡Borrego impertinente! , dijo marcela reprobando el atrevimiento de este, pero en el fondo le pareció simpático. la siguiente tarde marcela regreso a la sombra del árbol, algo ajena a sus deseos había conducido sus pasos a ese lugar,  ahí encontró al borrego junto a la piedra esperándola,  se acerco y escucho  con atención lo que él dijo, de nuevo no entendió nada, pero pudo percibir una inquietante intención en las palabras del borrego.

 Durante mil tardes bajo la sombra de árbol, junto a la piedra,  Marcela y el borrego se encontraron, el hablo durante las mil tardes y ella escucho atenta, poco a poco ella fue entendiendo el mensaje, una a una se fueron juntando las palabras y conforme ella comprendía mas  parecían acontecer pequeños cambios en el borrego , cambios que lo fueron haciendo más  semejante a ella,  mas familiar. La ultima tarde cuando al fin comprendió el mensaje por completo, ella sonrió, se olvido del llamado del horizonte y  ya jamás se separaron.

¿Que, cual fue el mensaje?, eso yo  no lo sé;  ese secreto parece que se quedar entre marcela y el borrego, entre el árbol y la piedra..

lunes, 13 de agosto de 2012

Entre pastillas somnolientas, dientes encajados en el labio,  entre la plaga de sobrinos venidos del infierno terrenal y la zozobra  de ser gobernados por un analfabeta funcional, pues no he tenido tiempo de escribir nada.
Ja

El andre y su compadre Pancho

El andre y su compadre Pancho
Caluroso día de verano de 1914, poco antes de la toma de Zacatecas