La vi por tercera vez; debía por fin, dejar de ser un espectador e interrumpir en su vida, algo sutil un acercamiento tímido, un hola casual, una mirada sencilla, o una sonrisa cálida. algo que anunciara el arribo de mi presencia en su mundo, como el roce de la brisa que profetisa la tormenta. La ocasión urgía acciones contundentes quizás el futuro no sea generoso conmigo, como nunca lo ha sido en el pasado, ahora o nunca. Busque coraje en el tercer vaso de whisky, siempre se necesita coraje, y mi organismo no lo produce en las cantidades necesaria, así que debo beberlo; apure las dosis necesarias, ¿que cuanto coraje es necesario beber?, pues no lo se,es suficiente cuando uno lo siente en la sangre,cuando se olvida del significado de la palabra prudencia y el arrojo domina cada pensamiento, cada palabra y cada gesto, entonces no hay duda, estoy listo, es claro, lo siento, no mas whisky que ya bebí lo suficiente; ¿donde esta? la quiero enfrentar, es tiempo de irrumpir en su mundo, de cambiar su realidad, seré el rayo que no desaparece, la estrella fugas que se queda, el pensamiento que agobie su mente...
Ja, se había ido; el romanticismo suele ser en una batalla muy cruel para los cobardes