"Amo los pajaros perdidos
que vuelven desde el mas alla
a confundirse con un cielo
que
jamas podre recuperar"
Astor Piazzolla.
Han vuelto los pájaros pero no logro confundirlos con ningún cielo.
hay un cielo que perdí, un cielo que nunca supe que tuve, que nunca tuve,
siento la ausencia de ese cielo que no conozco y que jamas confundiré.
El tiempo se acumula y mi soledad de acentúa, la disfruto y nos hacemos amigos
por un tiempo, pero me se preocupa la sociedad que llama locos a los
solitarios, entonces reniego de ella y me avergüenzo de nuestra amistas.
"Nacemos solos y morimos solos" dice Octavio Paz en el Laberinto de la soledad: su afirmación es terrible y reconfortante al mismos tiempo, la soledad como destino
final, la promesa ya cumplida de ante mano; entonces no importa que hagamos para alejarnos de ella pues terminaremos devorados por ella, y ante semejante sentencia solo nos queda el consuelo que da la resignación.
Callo mientras espero el regreso de los pájaros al cielo nunca tuve.
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