En su marcha, una gigante ocultó por completo a la luna,
y esta, empecinada en ser testigo de la noche,
atravesó la nube con sus puntiagudos rayos nocturnos.
Tu silencio esquivo, me pone nervioso,
y desespero intentando saber algo de ti,
saber tu nombre o adivinar tus pensamientos
busco en tu mirada el resplandor que me de esperanzas,
pero tus ojos parecen estar apagados esta noche para mi.
Ahora solo guardo en sueños el contorno de tu finos labios
y la mirada tímida oculta tras tu cabello.
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