viernes, 18 de diciembre de 2009

Hay muchas formas de renacer, y yo he subido y bajado una de ellas.


Cerca de las estrellas es posible reencontrar amigos de la infancia y comprobar que no hemos crecido y conocer amigos nuevos que nunca habíamos dejado de ver.

La mirada se pierde en el horizonte siguiendo el pasar de una estrella errante, mi espirito crece a cada paso que doy, hasta superar la altura por donde pasean las nubes, entonces es posible caminar sobre ellas y puedo por un solo instante, fingir que tengo ojos de águila.


Todo cabe en el susurro de la montaña.

2 comentarios:

  1. ¡Muy bueno...! Hay tantas formas de renacer, pero algunas son sublimes...

    Para la segunda semana de febrero, ¿cómo ves?

    Yo también quisiera ser el susurro de la montaña...

    ¡¡Saludos compa!!

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El andre y su compadre Pancho

El andre y su compadre Pancho
Caluroso día de verano de 1914, poco antes de la toma de Zacatecas