no tengo fuerza para dar consuelo al dolor desesperado del amigo,
al alma despojada de toda noción de justicia y sumida en la mas asfixiante desesperanza.
un débil abrazo pareciera no bastar, pero es todo lo que podemos ofrecer.
y buscamos la solución en la resignación, pero en estos tiempos la resignación no
tiene cabida; que nuestro dolor se convierta en fuerza, para luchar por lo que nos fue arrebatado.
" pero del coraje de los humildes surgirá un día el terremoto, y entonces, no quedara piedra sobre piedra."
hilo lacre
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