domingo, 10 de diciembre de 2017

        Me gusta caminar bajo la lluvia, pero esa lluvia que no moja y que no hace ruido, de esa lluvia que cae como fantasma sobre las calles abandonada en las horas de soledad apática.

        Me gusta caminar sin desvíos por las  banquetas, ignorar los charcos, arrastrar las pisadas, que se mojen mis botas que el frío húmedo haga una pausa en mis pies y que espere hasta el final de mi marcha. 


  Las calles son mías.

1 comentario:

  1. También la lluvia escandalosa que moja hasta los huesos es hermosa. Recordarás aquellas épocas de infancia cuando salíamos a deslizarnos en toboganes improvisados con el agua de lluvia inundando las cunetas y los desagües de la colonia. Nadábamos en grandes charcos de agua entre césped y concreto, que por nuestro tamaño parecían grandes lagos en el imaginario de los niños y niñas de aquella época feliz... Luego empapados regresábamos a nuestras casas a resistir estoicamente los regaños de las mamás consternadas con nuestra travesura... También la lluvia escandalosa del Sur es bella.

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El andre y su compadre Pancho

El andre y su compadre Pancho
Caluroso día de verano de 1914, poco antes de la toma de Zacatecas